Sí, porque el cultivo de plantas para la alimentación requiere mucha menos energía y emisiones peligrosas de metano y óxido nitroso que la cría de animales. En general, nuestras recetas de origen vegetal generan un 43% menos de emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e) que nuestras recetas a base de carne. Nuestros amigos de acción climática, Climate Partner, han estudiado bien las estadísticas para que puedas estar seguro de que estas cifras son correctas.

Los perros tienen un impacto medioambiental sorprendentemente alto debido a los alimentos que consumen. Así que tiene sentido que, al reducir la cantidad de carne en la dieta de tu perro, se reduzca drásticamente su huella de carbono.